Esclavas Carmelitas

29 de dic de 20182 min.

Solemnidad de la Sagrada Familia

-“¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre? Con estas pocas palabras Jesús ya nos está diciendo cual es su misión en la Tierra, la de dar testimonio de su Padre a toda la humanidad y no es más que anunciar la buena nueva. Una tarea nada fácil para un niño de 12 años pero no para el Hijo de Dios.

Tras el nacimiento de Jesús regresan a Nazaret donde Jesús va a pasar su infancia. Mientras va creciendo aprende de sus padres la belleza de la fe, el amor a Dios y a su Ley. Cuando cumple 12 años sube con sus padres a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Al terminar vuelven a Nazaret pero Jesús se quedó. Sus padres al darse cuenta que no estaba con ellos en la caravana regresan y se lo encuentran en el Templo. Es ahí donde Jesús les dice que debía ocuparse de las cosas de su Padre, aunque les costara comprender lo que quería decir con eso.

Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres. Para María, al igual que para una madre, la respuesta que le da Jesús es bastante desconcertante pero ella supo qué le había dicho. Desde el primer momento cuando se le aparece el ángel Gabriel ya sabe cual es el cometido que se le ha encomendado, el de dar a luz y el de educar al Hijo de Dios.

Jesús como muchos hijos se despistará, dudará, encontrará piedras en su camino, llorará y reirá pero seguirá avanzando. Su madre, como todas las madres, velará con él, guardará en su corazón el dolor pero no por ello nunca dejará de apoyarle. Jesús vive y aprende el amor en el seno de una familia, se encarna en una familia para poder ser verdadero humano. Hagamos y recemos para que la familia sea un lugar de amor y de vida.

Jorge Carretero Koch, Murcia

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