Esclavas Carmelitas

27 de dic de 20222 min.

Solemnidad de Santa María Madre de Dios, 1 de Enero

Actualizado: 5 de ene de 2023

San Pablo no cita a María, pero en el evangelio de Lucas hemos leído que los pastores “fueron corriendo” a Belén, y encontraron “a María y a José, y al niño acostado en el pesebre”. En los planes de Dios los primeros en descubrir su obra salvadora es la gente sencilla, los que saben entender la acción liberadora de Dios, lo que había esperado con ansiedad el pueblo de la Promesa. Los pastores se acercan a Jesús alabando y dando gloria a Dios.

Este relato no sólo habla de los pastores. El evangelista deja caer una frase muy expresiva: “María conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón”, y él es el que mejor nos presenta a María, la Madre de Jesús, en su papel de colabora de Dios en la obra de la salvación. Ha dejado llenarse de la Palabra, el Hijo de Dios, hecha carne y ha escuchado con ternura lo que dicen los pastores.

Esta es una actitud que nosotros deberíamos mantener a lo largo de este año: reflexionar sobre la Palabra de Dios y sobre los acontecimientos de nuestra vida. Es la mejor manera de ir descubriendo la inmensidad del amor que Dios nos tiene. Cuando nosotros somos conscientes de todo lo que Dios ha hecho por nosotros, sentiremos la necesidad de corresponderle con nuestra vida y con nuestras obras. Muchas veces nuestra vida cristiana no es lo que debería ser porque no nos hemos dado cuenta de lo que en realidad significa Dios para nosotros.

Este nuevo año se nos presenta como una maravillosa oportunidad de construir un mundo nuevo. Movilicemos, pues, todas nuestras energías. Pongamos en juego lo mejor de nosotros mismos. Hagamos que la vida merezca vivirse. Propongámonos este año la tarea de vivir en serio nuestra vida cristiana y veremos que nuestra vida será distinta. No nos conformemos con cumplir con unas cuantas cosas. Vivamos en serio nuestro seguimiento de Cristo.

Que la Santísima Virgen María bendiga el año que hemos comenzado. Que ella como buena Madre nos guíe y nos proteja. Que ella sea el modelo que nos vaya orientando para vivir cada vez mejor nuestra entrega a Cristo nuestro Dios y Señor que ha nacido entre nosotros para que nosotros podamos alcanzar la vida eterna.

M. Mari Mar, Cuenca

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