El evangelio de este domingo pone de relieve una acción trepidante: el ir corriendo; acción que observamos en María Magdalena y en San Pedro y el discípulo al que Jesús tanto amaba. Estos personajes van corriendo, bien sea de vuelta del sepulcro bien yendo hacia él. El motivo es el mismo: la incomprensión. Ninguno entiende del todo que el sepulcro esté vacío y eso les hace correr porque quieren encontrar la respuesta al misterio de por qué su Señor, tan querido, no está.
Quizá hoy podemos aprender de su actitud: la celeridad por buscar al Señor. También cuando no lo entendemos; es más, especialmente cuando no lo entendemos. Que la incomprensión que experimentamos muchas veces ante el Señor no sea óbice para buscarlo, sino motivo para buscarlo con más ganas todavía, que como Pedro o la Magdalena nos pongamos raudos en camino para buscarlo.
Rafa Sánchez Andreú, Diácono de Avila
Si buscaré al SEÑOR Mas fuerte !