Esclavas Carmelitas

24 de nov de 20201 min.

Domingo I de Adviento, 29 de Noviembre

Actualizado: 27 de nov de 2020

Los seguidores de Jesús formamos una familia. En ella todos somos servidores, no hay señores. Todos vivimos esperando al único Señor de la casa: Jesús, el Cristo. Esto no lo podemos olvidar jamás.

En esta familia nadie ha de permanecer pasivo. Nadie se ha de sentir excluido, sin responsabilidad alguna. Todos somos necesarios. Todos tenemos alguna misión confiada por él. Todos estamos llamados a contribuir a la gran tarea de vivir como Jesús.

Esta tarea o misión está bien determinada para cada uno dentro de la Iglesia y en el mundo, no es para unos pocos elegidos, sino para todos, según su llamada o carisma.

En cada etapa de la vida, el Señor puede volver a su Casa de manera inesperada, por eso es necesario que la vida cristiana sea una vida de vigilia, estando vigilantes y no perdiendo el tiempo, que es precioso.

Comenzamos a caminar en el Adviento en vigilancia, atentos al regreso del que vendrá: Jesucristo, el que siempre está volviendo a nosotros, en cada kairós de nuestra vida Él está presente ¡estemos atentos!

Hna. Mª Mar, Iniesta

    110
    0