Esclavas Carmelitas

23 de jul de 20212 min.

Solemnidad de Santiago Apostol

Actualizado: 27 de jul de 2021

En una época donde lo útil se considera lo importante, y donde las personas se les tiene más en cuenta por lo que hacen, y para lo que sirven y no por lo que son, criaturas únicas e irrepetibles. Hacemos por inercia distinciones y estructuras sociales prácticas y no justas creando división. Llevándonos a una mecánica: hacemos las cosas para lograr llegar a los puestos más altos, a un puesto de tranquilidad económica, a un puesto de fama, etc. Al igual que los dos hijos de Zebedeo que por pasar por los sufrimientos, el cáliz que han de beber, consideran que se merecen unos puestos de honor. Jesús nos enseña hoy que los puestos en su reino, son por la gracia de Dios, no por nuestras fuerzas, y siendo Jesús el que nos reúne habrá un sitio especial para cada uno: todos en torno a Él, por lo que no hay derecha ni izquierda sino una mesa de comunión. Además nos da la clave de cómo realizar las cosas no para estar por encima de los otros para ser servido sino que la grandeza de uno es para el servicio del otro y por tanto, las acciones no se realizan para uno mismo sino para los demás. Al igual que nuestros dones, ¿ofrezco mis dones para servir a los demás o para distinguirme entre ellos y para mi propio beneficio?

Por tanto, Jesús nos muestra dos cosas: primero que es por pura gracia todo lo que Dios nos da, en este caso el puesto en su reino, que no es otro que la comunión pues como dice el Sal 23: preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos. Es decir, una mesa donde no haya enemistades ni divisiones. Y lo segundo que nos muestra es que las acciones que hacemos no tienen que tener como fin nosotros mismos, sino los demás y por ello, el tener una responsabilidad, un cargo importante no es para la vanagloria de uno sino para el servicio a los otros. Jesús nos cambia la mirada práctica y utilitarista por la mirada del amor, concretada en el servicio.

Alberto Janusz, Segovia

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