Os anunciamos una gran alegría
¡Estáis todos invitados a la profesión de nuestra H. Blanca! Venid, si podéis, a celebrar con nosotras esta gran alegría de su consagración perpetua a Dios, y si no podéis acompañarnos físicamente, hacedlo con vuestra oración. Su compromiso no se sostiene sin la oración de todos nosotros. Y al mismo tiempo la confianza con la que ella da este paso, nos hace a todos preguntarnos si también somos capaces de dejarlo todo para seguir al Señor. En la víspera de la celebración del