La cuaresma es un buen momento para reconocer nuestras enfermedades y para ponerlas delante del Médico. Krysztof Lesniewski hace en este libro, “Enfermedades del espíritu. Diagnóstico y tratamiento en clave cristiana”, una exposición sobre lo que significa la salud espiritual de la persona, al mismo tiempo que identifica las causas de enfermedad. El mal espíritu ataca a la persona en su sensualidad, en su psiquismo o en su esfera espiritual y la marca con las heridas de la gula, la impureza, la codicia, la ira, la tristeza, la acedia, la vanidad o el orgullo. ¿Cómo puede cada cristiano prevenir y curar estas heridas y mantener así un corazón sano, esto es, purificado, vigilante, atento, ordenado, aquietado?
En primer lugar, la persona necesita el don de un arrepentimiento profundo hasta las lágrimas. Y después, luchar con ayuno, oración y sacramentos para imitar a Cristo en la vida.
Lesniewski, en realidad hace un resumen de otro libro mucho más extenso de Jean-Claude Larchet, “Terapéutica de las enfermedades espirituales”. Haciendo más accesible este tratado de medicina para el alma, pero manteniendo las innumerables citas de autores espirituales antiguos, si bien, en algunos momentos esta acumulación de citas puede dificultar la lectura o por lo menos a hacerla incómoda. Una lectura pausada y más selectiva de estos textos cortos puede ayudar a confrontarse particularmente con cada una de las intuiciones de los padres.
Este libro se puede recomendar a aquellos que están interesados en los procesos de la vida espiritual propios o ajenos y quieren conocer las enseñanzas de la Filocalia. La Filocalia más conocida y, por así decir, canónica es una recopilación de las más variadas escrituras cristianas orientales con textos que van desde los Padres del Desierto y la patrística en el siglo IV hasta obras de Gregorio Palamas y otros autores bizantinos del siglo XIV, hasta llegar a más de treinta autores recopilados. Será de gran interés para aquellos que, conociendo las espiritualidades occidentales principales, quieren no sólo enriquecerlas sino encontrar su verdadero origen.
"Por la ofrenda de su vida en el misterio pascual, Jesucristo otorga una vida nueva, ofrece la curación y la salud. Con todo, el hombre únicamente puede recibir estas gracias si se muestra receptivo y ansía participar en el don de Dios."
(p. 20, editorial Sígueme)
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