La confianza en la Providencia no tiene que ver nada con planear las cosas o dejarte "desplanear" por Dios.
No tiene que ver con cuidar cada paso o descuidarlo, porque total, no está seguro que vaya a darse tal cual.
La confianza de José tiene que ver con la relación que tiene con Dios. No podemos saberlo todo del amigo pero nos fiamos de sus planes. Sólo está confianza nos permite planear y "desplanear", cuidar y descuidar, trabajar y descansar.
En la relación con Él aprendemos que el traspié nos hace adelantar, que el contratiempo nos regala más que nos quita.
La divina Providencia no es vivir de la improvisación, porque Él no improvisa, es conocerle tanto, vivir tan cerca de Él que no te sorprende que un ángel te diga en sueños que tienes que exiliarse, no te sorprende hacer de padre de un Hijo que lo sabe todo de ti.
Así vivió José, con una profunda inteligencia sobre las circunstancias de la vida, que nacía de la confianza absoluta en Dios.
