Nos encontramos hoy en el Evangelio el mandamiento nuevo de Jesús: «que os améis unos a otros como yo os he amado». Al principio puede parecernos simple, pues el amor forma parte ya de la naturaleza humana. Entonces... ¿dónde está la novedad?
La novedad está precisamente en el "cómo", «como yo os he amado». Al pensar en cómo es el amor de Jesús en seguida podemos contemplar con cierta desilusión la dificultad de imitarle porque amó hasta el extremo a todos sin excepción, incluso a sus enemigos...
Ante tanta exigencia y tanta entrega que exige amar como Jesús nos amó podemos preguntarnos "¿Para qué tanto esfuerzo...?" La respuesta de Jesús es clara: «para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud», es decir..., ¡para que seamos felices! ¡Cómo no va a merecer la pena intentar amar a los demás como lo hizo Jesús!
Además... Contamos con Él, contamos con su amistad y con su ayuda, no con su tiranía. Nos llama "amigos", nos ha elegido para llevar su amor al mundo. ¡Qué bella tarea!
¿Cómo puedo hacer hoy para que mi amor se parezca más al de Jesús?
Manu Blázquez, Ávila
