De entre las páginas conmovedoras de la Santa hoy os compartimos esta. Su misericordia está en amar a quien le desprecia. Cuánto amor despreciado del Señor por cada uno de nosotros. Cuánta falta de misericordia entre nosotros que revela que aún no le conocemos. Si la relación de Teresa con Jesús es verdadera, quizá deberíamos preguntarnos cada uno de nosotros si no estaremos despreciando cada día mensajes de amor y misericordia que Él siempre intentar hacernos llegar.
"Habed piedad, Criador, de estas vuestras criaturas. Mirad que no nos entendemos, ni sabemos lo que deseamos, ni atinamos lo que pedimos. Dadnos, Señor, luz; mirad que es más menester que al ciego que lo era de su nacimiento, que éste deseaba ver la luz y no podía. Ahora, Señor, no se quiere ver. ¡Oh, qué mal tan incurable! Aquí, Dios mío, se ha de mostrar vuestro poder, aquí vuestra misericordia. ¡Oh, qué recia cosa os pido, verdadero Dios mío, que queráis a quien no os quiere, que abráis a quien no os llama, que deis salud a quien gusta de estar enfermo y anda procurando la enfermedad! Vos decís, Señor mío, que venís a buscar los pecadores; éstos, Señor, son los verdaderos pecadores. No miréis nuestra ceguedad, mi Dios, sino a la mucha sangre que derramó vuestro Hijo por nosotros. Resplandezca vuestra misericordia en tan crecida maldad; mirad, Señor, que somos hechura vuestra. Válganos vuestra bondad y misericordia."
Comments