La Palabra de Dios ilumina nuestro camino, por lo tanto es muy importante escuchar lo que Dios tiene que decirnos. Él siempre tiene palabras de consuelo y de cariño en momentos difíciles pero también, le encontramos en los momentos felices. Nos acompaña en cada paso que damos.
Y como nos dice el Evangelio, Jesús vino a salvar a los pobres, a los cautivos y a los oprimidos. Así dicho, la mayoría pensamos que no es para nosotros que nosotros no somos ni pobres ni oprimidos, pero si te paras a pensar quizá en algunos momentos de nuestra vida, haya habido momentos de pobreza. Una pobreza espiritual porque nos hayamos alejado de él, porque le hayamos rechazado o mil motivos más. Al igual que ocurre con los oprimidos, en muchas ocasiones pensamos que nos rechaza la sociedad por seguir a una persona como él, Jesús, o por creer en Dios pero siguiéndole conseguimos ser verdaderamente libres. Él nos hace libres.