Vivir en Nazaret: ¿Cuál es la clave? ¿Cuál es el secreto? ¿Qué es aquello que hace de Nazaret una experiencia tan especial? San Benito encontró un camino con su “ora et labora” y San José María siglos después, transitó el Camino en tiempos convulsos con la santificación en el trabajo. Nosotros hoy lo queremos seguir de la mano de María, en el Carmelo, con nuestras hermanas Carmelitas de la Sagrada Familia.
El Lab-Oratorio es un lugar de labor/estudio y oración, que se realiza en el puente de mayo, fecha en la que se celebra el día del trabajo con san José obrero y con el que se inaugura el mes de la Virgen María. Ambas, figuras principales en Nazaret, inspiran un espacio y tiempo de encuentro con Cristo en el servicio, en el otro, en los demás. Es una salida de nuestras realidades y rutinas, para compartir nuestro tiempo con los hermanos, en comunión, para un fin más allá de nosotros mismos. Así nos lo introdujo la Hna. Raquel, recordándonos la presencia viva de la Hna. Rosa, dándole sentido a cada una de nuestras tareas realizadas allí, siendo más conscientes de nuestro papel colaborador en la creación. Al inicio del día lo ofrecíamos por algo o por alguien, en las oraciones de la mañana dejándolo presente en el altar, porque nuestro trabajo y nuestra oración dan frutos, aunque no los veamos. Dando gracias por trabajar en SU nombre y aprendiendo de la humildad de la Hna. Rosa.
Te doy gracias, Señor, porque puedo trabajar.
Bendice mi trabajo y a aquellos con quienes lo comparto.
Danos la gracia de conocerte a través del trabajo de estos días.
Ayúdanos a ser servidores incansables de los demás,
con alegría, con generosidad, y poniendo todos nuestros dones a tu servicio.
Ayúdanos a hacer de nuestro trabajo manual una oración
y a encontrarnos contigo a través de él.
Ayúdanos a descubrir en el trabajo una posibilidad de construir un mundo mejor.
Cristo, el único que puede saciar nuestra sed de justicia,
Tú que trabajaste en lo escondido de Nazaret,
concédenos la gracia de liberarnos de toda vanidad y ser humildes.
Te doy gracias, Señor, porque puedo trabajar en tu nombre y para tu Reino.
Amén.
En el Lab-Oratorio, como en Nazaret y como en la obra de Dios, todos sumamos, con nuestras limitaciones, miedos y preocupaciones. A él llegamos con nuestras habilidades y torpezas, con nuestros egos e inseguridades. Pero todos cabemos y todos somos acogidos bajo un espíritu de disponibilidad, trabajo y sencillez que encarnan y hacen realidad las hermanas con su vida comunitaria. Pues no son las grandes cualidades que tienen muchas de ellas, ni las afinidades que puedan surgir con otras tantas lo que genera ese ambiente de trabajo y oración, sino el espíritu de servicio y cercanía hacia los demás, con acogida y alegría, empezando desde lo pequeño, desde lo sencillo, con Amor y humildad, como María y como José. Desde donde es más significativo y tiene mayor sentido la celebración de la propia VIDA.
Ellas, como nosotros, también tienen sus limitaciones, sufrimientos y angustias, igual que las tendrían María y José, y es precisamente eso lo que lo convierte en real y auténtico. Nazaret no es una utopía, es el modelo de la Sagrada Familia en el que nuestras dificultades personales se vuelven irrelevantes en pos de un fin mayor, de un fin último; el Reino de Dios.
Comments