En este domingo primero de Cuaresma, San Mateo nos habla de las tentaciones que el demonio le hace a Jesús.
Las tentaciones existen desde que la serpiente tentó a Adán y Eva en el paraíso y perduran hasta nuestros días. Nosotros también tenemos miles de tentaciones cada día que nos intentan llevar por caminos que nos son los que Dios ha pensado para nosotros. Dios quiere que seamos felices, pero dejarnos vencer por la tentación nos llena de pena, culpa y remordimiento. Nosotros con la única fuerza de nuestra propia voluntad no podemos salir victoriosos en cada tentación, pero es la voluntad y gracia de Dios la que completa nuestra determinación. Pedimos que en esta cuaresma aprendamos a dejarnos guiar por Dios en nuestro camino aunque a veces no entendamos sus planes y nos parezcan más fáciles otros caminos alternativos.
Mary Margeliza, Cuenca
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