En el evangelio de este domingo parece que Jesús quiso dejar morir a su amigo. Marta y María esperaron a Jesús y Jesús no vino. Lo enterraron y Jesús no vino, pasaron dos días y Jesús no vino. ¿Valía la pena seguir esperando?
A veces, nos pasa igual que a Marta, nos cuesta entender ciertas cosas y exigimos a Dios, sin embargo, Él sabe lo que tiene que darnos y cuando, por ello, no debemos de dejar de confiar en Él ni de pedirle en la oración.
Además, Jesús en el evangelio nos dice “Yo soy la resurrección y la vida... ¡Tened fe! pues como nos muestra el relato, la fe del hombre y el amor de Dios siempre se terminan encontrando ya que el amor de Dios y su misericordia hacia nosotros es más grande de lo que podamos imaginar.
Laura Herranz, Segovia

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