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Domingo V del T.O. 9 de febrero

  • Foto del escritor: Esclavas Carmelitas
    Esclavas Carmelitas
  • 5 feb
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 22 feb

En este evangelio de hoy, podemos evidenciar como Dios puede proveer en formas inesperadas y sobreabundantes cuando obedecemos y confiamos en Él, aun cuando las circunstancias no parecen prometedoras. Esto fue lo que le ocurrió a Simón, obedece, confía en su palabra aun ante la evidencia de haber fracasado tras una noche entera de pesca sin éxito alguno.

 

Este evangelio nos invita a reflexionar sobre nuestra disposición a obedecer a Dios, nuestra confianza en su provisión y como nuestra vida puede transformarse al aceptar la misión que Él nos encomienda, ser Pescador de Hombres al igual que Simón, evangelizar y guiar a todo el que nos rodea hacia el mensaje de salvación de Jesús, invitando a todos para que el Reino crezca y lleguemos a Él, despojándonos de todo lo que nos envuelve y oculta lo que en realidad somos, así lograremos transformar la sociedad.


En nosotros está si quedarnos en la orilla de los mares vacíos y superficiales de este mundo o salir al mar que en verdad no está vacío y así hacernos pescadores de hombres.

 

Cabe destacar la reacción de Simón al ponerse de rodillas a los pies de Jesús, reconociendo así la divinidad y autoridad de Cristo por encima de todo.

Si lo dejamos de subir a nuestra barca, nos ayudara a salir de nuestro mundo hacia otro mundo nuevo donde reine el amor, la fidelidad , entrega y servicio.

 

Presentémonos ante Él, con nuestra barca vacía, aunque esto nos suponga mucho esfuerzo, dejemos que nos acompañe mar adentro, Él nos dará una nueva dirección en nuestra vida y derramará su gracia sobre nosotros.

 

 

 Familia Parrado Diaz

 Herencia, Ciudad Real 

 

 
 
 

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