El Espíritu es la presencia viva de Dios en el mundo, su aliento, su fuerza, su creatividad y resistencia mora en todo corazón humano que se abre a la experiencia del amor. Jesús nos asegura su cuidado y la incondicionalidad de su amor, derramado en el mundo a través del Espíritu que rompe con toda división. En este evangelio, Jesús nos va preparando para el tiempo próximo de su partida a la casa del padre. Nos corresponde a nosotros hacer vida su palabra y así demostraremos nuestro amor.
Toñi Contreras, Mota del Cuervo, Cuenca

Kommentare