Domingo XIV del T.O. 6 de julio

San Lucas cuenta que Jesús eligió a 72 discípulos y los envió 2 en 2 a pueblos, ciudades, aldeas y lugares, donde Él pensaba ir. Su MISIÓN no sería fácil, debían anunciar el Reino de Dios y llevar un mensaje de paz. No llevan más que la PALABRA. Jesús no les permitió llevar nada, su fuerza y sostén vendrían de su confianza en Dios y en la misión. Jesús les advierte que en algunas ciudades serán recibidos con alegría y en otro rechazados, pero no deben responder con odio ni con violencia, debían seguir adelante con la paz en su interior.

Podemos imaginar que somos uno de esos 72 enviados. Como cristianos, también somos llamados a una misión: llevar el mensaje del Evangelio a quienes nos rodean. Debemos preguntarnos ¿QUÉ MISIÓN me manda DIOS? ¿cómo la llevo a cabo? ¿Cómo estoy respondiendo a ese llamado? ¿Cuál es mi actitud cuando quienes me escuchan rechazan el mensaje de fe que intento compartir?

Tenemos que ser testigos y valientes del amor de Dios, proclamar su mensaje de salvación con bondad, cariño y alegría, así venceremos al mal. Seamos valientes y llevemos la paz de Cristo a los que nos rodean.