Envío e implicación; extensión y desprendimiento.
Jesús llama y llama porque conoce, de ese profundo conocimiento mutuo nace ese envío a ser extensión suya. Lo hace de dos en dos porque la misión no ocurre ni se da en el individualismo personal e invitando al desprendimiento para poder llevar a cabo la misión, característica fundamental.
De este mismo modo, da igual dónde estes porque el lugar de ese conocimiento mutuo es el mismo de donde se está porque, puede ser cualquier lugar porque se habita en el corazón de Jesús y va a sentir como casa cualquier sitio.
Blanca Crespo
Ávila
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