San Mateo nos habla este domingo de la parábola de los viñadores rebeldes. El dueño de la viña es Dios y cada uno de nosotros individualmente somos la viña del Señor.
Ciertamente que no somos de los que han rechazado a Cristo, la prueba es que estamos aquí, porque sabemos que El es la piedra angular y creemos en El.
Hoy para nosotros la Fe ha de ir acompañada de otras acciones, no debemos quedarnos de brazos cruzados ante las múltiples tareas que nos están esperando.
Esther Arcones, Segovia
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