Domingo XXVII del T.O. 6 de octubre

Para comenzar, mi corazón me pide compartir, que el Misterio de Jesús de Nazaret, NO es para entenderlo, SINO para AGOGERLO, ya que nos enseña continuamente el camino a seguir.

En este caso, pone en el mismo plano de responsabilidad, al hombre y a la mujer.

Decir Hermanos, que de la misma manera que en tiempo de Jesús, hoy día seguimos utilizando su nombre y su vida como nos interesa, porque nos creemos autosuficientes. Y lo que tenemos es un corazón bastante duro.

De ahí, que en este Evangelio, Jesucristo remita a los fariseos hacia lo que decía Moises.

Por otro lado, ante la actitud de intolerancia de los discípulos, que seguían sin entender nada, y como nosotros hoy en día y ante la Tozudez, Jesús de Nazaret nos lleva, una y otra vez, al contraste de la Inocencia de los Niños para acoger a Papá Dios, indentificándose continuamente como y con la sencillez, humildad y corazón puro de los Niños.

HERMANOS: Todos nos necesitamos y Papá Dios nos necesita y por eso en el día a día de nuestra vida, Papá Dios, y como decía Santa Teresita del Niño Jesús, NO nos inspira deseos irrealizables. De ahí, que en nuestra y desde nuestra pequeñez aspiramos a la Santidad desde el Servicio a los demás.

Si acepto a Jesucristo, acepto su camino y eso implica un modo de vivir. Pero claro está que eso nos cuesta mucho y es entendible porque no somos superheroes. Pero también es cierto, que la vida se gana entregándola.

Los Fariseos creen tener la llave del saber y Ni entran Ni dejan entrar a otros por el camino de Jesús de Nazaret.

FAMILIA!!! No nos quedemos pues esclavizados en los esquemas mentales, religiosos y humanos. Y que, POR DIOS, No me dedique a excluir a Nadie de mi vida.

Y así lo rezo a Papá Dios y a Mamá María, por supuesto junto a San José.

QUE DIOS NOS BENDIGA Y LA VIRGEN NOS ACOMPAÑE TODOS LOS DÍAS DE NUESTRA VIDA.

UN GRAN ABRAZO FAMILIA NAZARET!!! AMÉN.

Menchu

Andújar