top of page

NOVENA A LA SAGRADA FAMILIA, DÍA 4

  • Foto del escritor: Esclavas Carmelitas
    Esclavas Carmelitas
  • hace 12 minutos
  • 2 Min. de lectura

"ABRIDNOS AL MISTERIO DE SU PROVIDENCIA EN NUESTRA VIDA"


Por eso os digo: no estéis agobiados por vuestra vida pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se arroja al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le basta su desgracia. (Mt 6, 25-34)


«Queremos vivir la pobreza con una marcada actitud de abandono confiado en la Divina Providencia, que cuida a los lirios del campo y a las aves del cielo.» (Constituciones 23)


La Hna. María Victoria nos ayuda hoy a rezar:


Abrirse al misterio de su providencia en nuestras vidas es aceptar nuestra condición de pobres e indigentes; necesitados de Otro y de otros. Porque casi nada en esta vida podemos controlar. Y toda seguridad que busquemos en la tierra se desvanece.


Dios, como Padre Providente, sabe y quiere lo mejor para ti. Por esta razón,  no debes albergar ningún temor ni inquietud en tu corazón. Busca siempre y en todo que se cumpla su voluntad. Si Él cuida de los lirios del campo y de las aves del cielo ¿acaso no procurará para ti, que eres su hijo, todo lo que necesites?


Abrirse al misterio de su providencia en nuestras vidas es aceptar, no con resignación sino con filiación, esos acontecimientos adversos, esas circunstancias que ponen a prueba tu confianza, todo aquello que te hace caer en desesperanza.


Todos estamos llamados a vivir esa pobreza y dejarnos despojar sabiendo que estamos en las manos del Padre, a ejemplo de Cristo. Él, siendo de condición divina, se hizo Dios-con-nosotros.


No temas. Simplemente adora y confía. Porque Él es tu Buen Pastor y nada te va a faltar.


Jesús, María y José, haced de nuestro hogar un nuevo Nazaret.



Comentarios


bottom of page