Ante las dudas de Juan sobre si Jesús es el verdadero Mesías, Jesús nos muestra con sus hechos que el Reino de Dios ya está aquí: ha devuelto la escucha a los sordos, la vista a los ciegos…
Jesús habla de algo real, algo grande que ya está sucediendo y que hace que Juan, el mayor de los profetas, pase a segundo plano… ¡Se cumple la profecía de Isaías! Él es el Mesías esperado a quien Juan Bautista le había preparado el camino.
Abramos bien los ojos y los oídos del alma para descubrir, en este domingo de la alegría, la presencia de Dios en nuestra vida.
Sandra Bravo, Segovia
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